Es un hecho que hoy en día nos enfrentemos a un mundo inundado de avances tecnológicos, los cuales han creado una gran demanda para la preparación de las sociedades actuales. Uno de los cambios más profundos que se ha evidenciado en estos tiempos ha sido aquel que tiene que ver con la comunicación. Es impresionante el hecho de pasar en unos años de la comunicación a través de petroglifos a la comunicación escrita por medio de cartas, llegando estas, dependiendo de su lugar de destino luego de un mes o más de haber sido enviadas, a su vez estas posteriormente han sido por preferencia sustituidas por los correos electrónicos que gracias al Internet llegan de manera inmediata a su destino, podemos estar cerca de personas que físicamente no están presentes pero que por medio de teléfono y de una computadora con Internet pueden estar en contacto permanente. Nos encontramos invadidos por cantidades gigantescas de información y noticias que provienen de todos lados del mundo y de los diferentes estratos sociales brindándose con intenciones positivas pero también en muchos de los casos con propósitos destructivos a los cuales nuestros jóvenes están más propensos justamente por esa curiosidad que los caracteriza.
Es importante recordar lo que está ocurriendo en las escuelas venezolanas actualmente, estas han sido iniciadas al mundo de las tecnologías a través del ingreso del proyecto Canaima Educativo desde 1er grado de educación primaria, el uso de los Centros Bolivarianos de Informática y Telemática CBIT con acceso a Internet durante la jornada escolar, este mismo Internet es compartido por medio del wifi a las computadoras Canaima de las niñas y niños, lo cual si no hay una supervisión y orientación adecuada tanto en la casa como en la escuela se convierte en un arma de doble filo. La pregunta sería en este caso ¿están los docentes preparados para sumir este reto? durante múltiples jornadas de formación los docentes han estado en constante actualización de su práctica pedagógica, incluyendo en la misma los recursos que tienen a la mano, la portátil Canaima con el uso de sus contenidos educativos y la utilización del wifi de la institución hasta los teléfonos celulares para descargar información necesaria en el desarrollo de las clases, las cámaras de dichos teléfonos, la construcción de videos, el uso de las redes sociales para publicar el trabajo realizado, sin embargo, con todo esto aún se ha llegado a la conclusión de que sigue existiendo una resistencia al cambio, docentes que no aceptan la realidad existente y se niegan a aplicar los recursos tecnológicos en su práctica, esto trae como consecuencia que nuestros niños se sientan aburridos dentro de las aulas de clase ya que no se están satisfaciendo sus necesidades. utilizan en algunos casos su Canaima de manera clandestina para la observación de videos y la ejecución de juegos que en su mayoría son de violencia.
En este orden de ideas, la propuesta sigue siendo la generación de un cambio desde la raíz, si bien es cierto que desde la educación primaria se están insertando las tecnologías en las aulas a fin de lograr la formación desde la base, también es un hecho que luego de ese camino a través de la tecnología recorrido por el niño, éste al convertirse en un joven e ingresa a nuestras universidades tradicionales tiene unas expectativas tan altas que son aplastadas por un docente o una universidad que no cumple con las mismas y es en ese preciso momento donde viene de nuevo el retroceso.
¿Qué hacemos con una universidad que no está preparada para recibir a los jóvenes que ingresan a ella?
Volveremos entonces a las palabras del gran maestro Simón Rodríguez "Inventamos o erramos".
Lic. Gabriela García
